La demolición de edificios por implosión consiste en un método muy rápido y efectivo de llevar a cabo el derribo de una construcción. Este derrumbe conlleva un periodo muy reducido de tiempo, apenas dura unos segundos. Además, en manos de expertos, no causará ningún daño en las construcciones cercanas.
Este tipo de demoliciones son muy recomendables en estructuras de gran altura y de grandes dimensiones.
Con el objetivo de conseguir un resultado óptimo, la demolición de edificios por implosión debe realizarse por expertos que cuenten con los conocimientos exactos de la estructura del edificio que se va a demoler.
Llevar a cabo la práctica de demolición de edificios por implosión en grandes ciudades, como Madrid o Barcelona, puede resultar bastante complejo dado la amplia tasa de infraestructuras y edificios cercanos.
También puede darse el caso de que el espacio, la proximidad a otras instalaciones o la seguridad no permitan el uso de máquinas grandes y potentes, por las posibles consecuencias que pueda ocasionar.
Todo esto se explica se comprende mejor si tenemos en cuenta los dos factores más influyentes en una demolición de edificios por implosión: el tipo de estructura a demoler y la ubicación exacta en la que se encuentra asentada. Son los dos aspectos principales a estudiar antes de comenzar a trabajar. Una vez analizados de manera segura, podemos comenzar con la demolición de edificios por implosión sin correr ningún tipo de riesgo.
En la actualidad existen máquinas novedosas, actuales y modernas, capaces de llevar a cabo la demolición de edificios por implosión de forma efectiva.
Cómo se realiza la implosión de edificios por implosión
En primer lugar, es imprescindible retirar todos los elementos que tengan algún tipo de valor. A continuación, se estudia cuáles van a ser las ubicaciones exactas en las que se van a colocar las cargas explosivas para la demolición de edificios por implosión.
Si todo está bien estudiado y se lleva a cabo siguiendo los procedimientos, segundos después de la denotación, la estructura del edificio se derrumbará sobre sí misma.
También es importante vigilar la ubicación de todas las personas intervinientes. Es decir, hay que asegurarse que todos están a salvo y no corren ningún tipo de peligro durante ni después del derribo.
Nuestra Chatarrería Reciclajes López, cuenta con el servicio de derribos y demoliciones. La demolición de edificios por implosión genera grandes volúmenes de chatarra, con la cuál trabajamos en nuestra chatarrería en Madrid.
Aunque no somos una empresa de derribos y demoliciones como tal, ofrecemos el mejor servicio de gestión de toda la chatarra resultante.
Todo proyecto de derribo y demolición que se quiera realizar requiere de un plan y un estudio previos, en los cuales se informa de manera detallada todos los pasos a seguir, el equipo humano capacitado para poder llevarlo a cabo y los plazos de ejecución.
En qué consiste una implosión
La implosión de una construcción es capaz de reducir a segundos un proceso que, siguiendo cualquier otro método como el derrumbamiento progresivo mediante arietes metálicos accionados por grúas, podría tomar meses e, incluso, años en algunas ocasiones.
El término “implosión” puede llevar a confusión a aquellas personas que no están vinculadas con el tema, ya que la técnica no consiste realmente en un verdadero proceso de implosión.
Una implosión se produce cuando la diferencia entre las presiones interna y externa actúa sobre una determinada estructura tan grande que colapsa sobre sí misma.
Las denominadas técnicas de implosión de edificios no se basan en esta teoría, sino que consiste en debilitar o eliminar apoyos o puntos estructurales críticos de forma que el edificio ya no sea capaz de soportar la fuerza de la gravedad y caiga por su propio peso.
Para ello se utilizan pequeños explosivos, como dinamita o nitroglicerina, colocados estratégicamente dentro de la estructura. Estos explosivos se denotan de forma progresiva, con pequeños lapsos de tiempo entre sí. De esta manera, los explosivos de los pisos inferiores comienzan con el derrumbamiento controlado.
Esperamos que tras haber leído con detenimiento nuestro post sobre la demolición de edificios por implosión no surjan dudas al respecto. Es primordial anteponer siempre la seguridad de las personas a cualquier otro aspecto.
¿Qué es la implosión?
La implosión es un método utilizado para demoler edificios mediante la detonación controlada de explosivos colocados estratégicamente en los soportes estructurales del edificio.
¿Por qué se utiliza la implosión en la demolición de edificios?
La implosión se utiliza en la demolición de edificios porque permite una demolición más rápida y controlada que otros métodos, lo que minimiza los daños a edificios cercanos y reduce el tiempo de inactividad en la zona.
¿Cómo se planifica una implosión?
Una implosión se planifica cuidadosamente, tomando en cuenta la ubicación del edificio, las condiciones del terreno y la presencia de edificios y servicios cercanos. Se lleva a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos y se establecen medidas de seguridad adecuadas.
¿Qué precauciones se toman durante una implosión?
Durante una implosión se toman precauciones para garantizar la seguridad del público y de los trabajadores, como la evacuación de la zona, la colocación de barreras de seguridad, el uso de cascos y otros equipos de protección personal y la coordinación con los servicios de emergencia.
¿Qué se hace con los escombros después de una implosión?
Después de una implosión, los escombros se recogen y se separan para su posterior procesamiento y eliminación adecuada. Los materiales recuperables se separan para su reciclaje, y los materiales no recuperables se transportan a vertederos o instalaciones de eliminación de residuos autorizadas.