Podríamos decir que se puede establecer una clasificación básica sobre los materiales, en función de si estos son conductores o aislantes de la electricidad. Para saber en qué grupo se introduce cada uno de los materiales existentes en el mercado actual, es necesario saber qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes y cuáles son las características que definen a cada uno de ellos.
Son muchas las propiedades que dan nombre a cada uno de estos grupos, sin embargo resulta imprescindible saber qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes para poder establecer una clasificación del conjunto de materiales existentes hoy en día.
En definitiva, antes de explicar qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes, vamos a explicar en qué consiste cada uno de ellos y cuáles son sus propiedades más características.
Materiales conductores
Para saber qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes es necesario conocer en qué consisten los materiales conductores.
Los materiales conductores son aquellos que permiten el movimiento de cargas en su interior. Es decir, permiten que los electrones circulen libremente de una partícula a otra, por eso son ideales para crear circuitos eléctricos.
Un objeto fabricado a partir de un material conductor permitirá transmitir una carga de energía a través de toda su superficie. Si la carga se transfiere al objeto en un lugar determinado, esta se distribuirá rápidamente a través de toda la superficie existente.
Para que los electrones puedan fluir libremente por los materiales conductores, deben estar conectados a una fuente de tensión.
La distribución de la carga es el resultado del movimiento llevado a cabo por los electrones, ya que un objeto con carga siempre va a distribuirla hasta que las fuerzas de repulsión globales entre electrones en exceso queden reducidas al mínimo.
De este modo, si un conductor cargado toca a otro objeto, esta propiedad de conductividad puede transferir incluso la carga entre ambos.
La mayoría de los materiales conductores más comunes son los metales, las soluciones salinas y los ácidos.
Algunos de los metales conductores más frecuentes son el oro, la plata, el cobre, el aluminio y el hierro. Entre estos, el cobre es el elemento más común, debido a su precio relativamente más económico y a que cumple fielmente su función.
El oro y la plata, por su parte, pueden considerarse como los mejores metales conductores. Sin embargo, su elevado coste hace que no sea tan común ni que esté al alcance de todos los bolsillos.
Materiales aislantes
Una vez más, para saber qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes, hay que especificar qué son los materiales aislantes y cuáles son sus características.
En contraste con los materiales conductores encontramos los materiales aislantes. Estos están caracterizados porque las partículas que los componen impiden el libre flujo de los electrones entre átomos y/o moléculas.
Si la carga se transfiere a un material aislante en un lugar determinado, el exceso de carga permanecerá en la posición inicial de la carga, no se distribuirá por lo largo de toda la superficie.
Mientras que los materiales aislantes no son útiles para la transferencia de cargas entre objetos, suponen un aspecto clave en experimentos electrostáticos y manifestaciones.
Por lo general, los objetos conductores se montan sobre objetos aislantes. Esta colocación de los materiales evita que la carga sea transferida desde el objeto conductor hacia su entorno, evitando al mismo tiempo accidentes como cortocircuitos. Además, gracias a los materiales aislantes podemos manipular objetos conductores, pero sin tocarlos directamente.
Podemos decir entonces que el material aislante sirve como una especie de ‘asa’ para mover el elemento conductor. Si los experimentos de carga se llevan a cabo con latas de aluminio, por ejemplo, estas se deben colocar en la parte superior de los vasos de plástico, puesto que los vasos actúan como aislantes.
Los materiales aislantes más comunes son el vidrio, el plástico, la cerámica, el papel o la madera, entre otros.
¿Qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes?
Ahora que ya conocemos cuáles son los materiales conductores y los materiales aislantes y las características más peculiares de cada uno de ellos, vamos a explicar qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes.
De forma breve y resumida podemos decir que la principal diferencia que hay entre un conductor y un aislante es que el material aislante cuenta con unas cargas eléctricas internas que no pueden moverse y que causan una escasa magnitud de corriente bajo la influencia de un campo eléctrico, mientras que los conductores son capaces de transmitir fácilmente una corriente eléctrica.
Ahora que ya sabes qué diferencia hay entre los materiales conductores y los aislantes, puedes seleccionar cuáles vas a necesitar en cada caso, en función del propósito de tu proyecto.
¿Qué es un material conductor?
Un material conductor es aquel que permite que la corriente eléctrica fluya a través de él con facilidad. Los metales son buenos conductores de electricidad debido a la forma en que los electrones se mueven dentro de sus átomos.
¿Qué es un material aislante?
Un material aislante es aquel que no permite que la corriente eléctrica fluya a través de él. Los aislantes son materiales que tienen una alta resistencia eléctrica, lo que significa que los electrones no pueden moverse fácilmente a través de ellos.
¿Cuál es la diferencia entre un conductor y un aislante?
La principal diferencia entre un conductor y un aislante es su capacidad para conducir electricidad. Los conductores permiten que la corriente eléctrica fluya a través de ellos con facilidad, mientras que los aislantes la bloquean.
¿Dónde se utilizan los materiales conductores?
Los materiales conductores se utilizan en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo cables eléctricos, circuitos electrónicos, motores eléctricos y generadores de energía.
¿Dónde se utilizan los materiales aislantes?
Los materiales aislantes se utilizan en aplicaciones donde se necesita protección contra la corriente eléctrica, como en los cables eléctricos, los transformadores y los aislantes de vidrio para ventanas. También se utilizan como barrera térmica en aplicaciones de alta temperatura, como en los hornos y los motores de combustión interna.